Fernando Lezama, el hombre de las visiones

Siguiendo el camino de una visión, Fernando encontró su destino

Fernando Lezama es un médico tradicional que comenzó a recorrer el camino del conocimiento ancestral desde niño. Desde entonces, ha dedicado su vida al servicio. Trabaja para despertar en sí mismo y en los demás la conciencia de que, para vivir en armonía, es necesario respetar y amar a todos los seres vivos. Estos son los pasos de un taita que se ha dejado guiar por la voz de sus antepasados para perpetuar la vida en el planeta. 

Fernando Lezama chamán indígena (taita) de la Amazonia colombiana.
"La visión es el arte de ver lo que es invisible para los demás".
- Jonathan Swift

Llegué a la selva cuando tenía 5 años. Era un lugar divino. La naturaleza estaba en estado salvaje y los pocos seres humanos que vivíamos allí lo hacíamos en completa armonía con los animales y los enormes árboles que nos cobijaban. Cada día era una fiesta. Los ríos cristalinos bajaban por la montaña y llenaban el ambiente de frescura.

Solía perderme en el bosque para entrar en contacto con la naturaleza y aprender de ella. Veía a los animales en su vida cotidiana, maestros del equilibrio y la mindfulness. Mis vecinos eran sabios que gestionaban el territorio, guiados por la espiritualidad nacida de su conocimientos ancestrales y su contacto permanente con las centrales que la Madre Naturaleza nos ha dado, para ver más allá de lo que nuestros ojos humanos nos permiten.

¿Por qué todo el mundo habla de la selva tropical?

La selva es el lugar más sagrado que tenemos. Las tribus indígenas lo tienen claro, y por eso la respetan y viven en armonía con ella. Han transmitido, de generación en generación, la forma de vivir en ella sin desequilibrar su precioso tejido.

Sin duda, es el diseño más complejo que ha creado la naturaleza y su equilibrio se manifiesta en todo el planeta. Como ya hemos visto, las grandes pérdidas que se producen en este territorio se reflejan en todas partes. A medida que perdemos más y más hectáreas de bosquetodos los sistemas del planeta se deterioran. 

El bosque es el sistema nervioso de la Tierra. Además de agua, animales y árboles, alberga metales como el oro, el litio y el platino, que son conductores de energía e irradian vitalidad a todos los rincones del mundo.

Aunque sólo he recorrido un camino, el de la medicina sagrada del yagéme ha llevado a muchos lugares. Gracias a ello, puedo decir que ninguno es tan majestuoso como las pie de monte amazónicodonde las nubes se estrellan para dejar caer el agua que alimenta este ecosistema y viaja, en arroyos, hasta llegar al río Amazonas. el río Amazonas. Este río desemboca sin fin en el océano Atlántico y llega a las costas de 98 países. Todo está interconectado, las distancias no significan nada. Somos una familia y habitamos el mismo planeta. Lo que hagamos aquí repercutirá allí y viceversa. 

Es el el principio del ritmoen el que todo fluye y refluye, y para evitar la destrucción del mundo tenemos que volver a encontrar el equilibrio.

¿Está en peligro la selva tropical?

"Es difícil apreciar la importancia de la selva tropical porque parece muy lejana, pero es vital para la supervivencia del planeta tal y como lo conocemos".
- Lily Cole

Hace más de veinte años, tuve una visión. Con la vista del águila, pude ver toda la selva y comprendí que la estábamos destruyendo. El camino me devolvió al Putumayo. Empecé un trabajo de conservación y sensibilización en la zona. Esto me llevó a conocer a Jhony Lópezel ecologista más comprometido de la región. Durante muchas noches nos sentamos, al abrigo de las centrales eléctricas, a buscar una solución que permitiera a la gente coexistir con la selva, sin destruirla, movidos por una necesidad puramente económica

La pregunta era sencilla: ¿Cómo salvar el bosque? Y la respuesta que encontramos era a la vez sencilla y complicada. Debemos dedicarnos a conservar las especies animales y los bosques, así como a regenerar las zonas deforestadas. Pero para que esto sea una solución a largo plazo, es necesario desarrollar una economía verde que beneficie a los campesinos nativos y a las comunidades indígenas, que son quienes viven en el territorio, para que todos puedan ganarse la vida cuidando el bosque y protegiendo a todas las especies que viven en él.

Durante décadas, la ganadería y la agricultura han erosionado este bioma. La venta de madera ha reducido salvajemente su tamaño y las petroleras no tienen escrúpulos a la hora de arrasar todas sus manifestaciones de vida, con tal de continuar con sus negocios. Debido a la falta de recursos en la zona y al abandono que los sucesivos gobiernos han perpetuado en la región, los nativos no tienen más remedio que formar parte de esta devastación. 

Pero si creamos un nuevo trabajo que permita a estas personas subsistir, cuidando del territorio que aman y conocen como la palma de su mano, no nos cabe duda de la decisión que tomarán.

Los primeros pasos

Pertenezco a la comunidad indígena Pijao. Llevo sus conocimientos ancestrales en la sangre. A lo largo de mi formación como médico tradicional, he tenido la suerte de estudiar con abuelos de la etnia Cofán, Coreguajey Siona comunidades. Todas estas ancestralidades convergen en mí y sé que cada una de estas comunidades conserva el conocimiento y el deseo de proteger este territorio esencial. A todos nos mueve la misma visión: volver a los orígenes de nuestros antepasados, cuando los humanos vivían en armonía con la naturaleza. 

Durante estos últimos veinte años, he descubierto que los indígenas no somos los únicos que estamos dispuestos a darlo todo por este bioma mágico. El sendero de protección Tigres del Alto y la asociación El Salado de los Loros reúnen a más de 1.500 personas que han unido sus tierras para crear una reserva donde la caza y la tala están prohibidas. Somos veintitrés pueblos trabajando por una causa común: proteger el bosque de los cazadores furtivos e impedir la entrada de multinacionales que quieren explotar a toda costa las riquezas del ecosistema. 

Con el tiempo, vimos que necesitábamos refuerzos para lograr nuestro sueño: crear la mayor reserva del planeta para proteger este tesoro natural indispensable, que pertenece a toda la humanidad. Así Savimbo nació. 

Una empresa con corazón

"Llegará el momento en que el águila del norte y el cóndor del sur vuelen juntos en el mismo cielo (...). Si el águila y el cóndor vuelven a volar juntos, ala con ala, el mundo encontrará de nuevo su equilibrio"
- Profecía del Águila y el Cóndor.

Conocí a Drea Burbank en un retiro de medicina para Cofan Taitas. La conexión fue inmediata, pues estaba claro que compartíamos las mismas ideas: la importancia de la selva tropical para el planeta y la falta de conciencia que la humanidad tiene de ella. Nos pusimos a trabajar de inmediato. Jhony aportó todos sus conocimientos sobre el Piamonte y los animales animales que ya había grabado con sus cámaras trampa, que mostraban la buena salud de la biodiversidad de la zona. biodiversidad de la zona. Ya tenía en mente la estructura de la empresa que nos permitiría activar la economía de la región, en torno al cuidado de todo el ecosistema. Drea aportó su formación científica y tecnológica y su experiencia en el mundo del emprendimiento para que nuestras ideas pudieran desarrollarse a gran escala. Juntos creamos una máquina con corazón que busca expandir la conciencia humana sobre lo verdaderamente importante: rescatar la biodiversidad en riesgo por las consecuencias de un progreso que avanza sin límites ni respeto por el medio ambiente.

Savimbo es una empresa activista que vela por el bien común, dejando a un lado las individualidades. Nuestro principal objetivo es activar la economía de la región para que todos sus habitantes abandonen las prácticas que deterioran el medio ambiente y se dediquen a aplicar los conocimientos que llevan en la sangre para cuidar y multiplicar la vida que palpita en el cuerpo de nuestra gran madre: la naturaleza.

Lo primero que construimos fue la confianza. Mes tras mes, hemos demostrado nuestra integridad y nuestro honesto deseo de trabajar por la localidad y por la selva. En la actualidad más de 200 familias ya se han sumado a las diferentes conservación, reforestacióny ecoturismo con excelentes resultados. Nuestra reserva está creciendo, al igual que nuestro equipo de trabajo, formado por hombres y mujeres de la zona. Porque, además de nuestro trabajo medioambiental, Savimbo es también una escuela. Si los nativos aprenden a hacer el trabajo por sí mismos, no necesitarán a Savimbo para continuarlo y podrán transmitir estos nuevos conocimientos de generación en generación, perpetuando el amor y el respeto por la naturaleza, así como la conciencia del tesoro que tienen en sus manos. 

El valor de un árbol vivo es incalculable porque guarda en su cuerpo el universo entero. Galaxias de seres vivos lo recorren, desde las raíces hasta la última hoja de su copa.

El futuro está en manos de todos

"No puedes pasar un solo día sin influir en el mundo que te rodea. Lo que haces marca la diferencia, y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres marcar".
- Jane Goodall

El trabajo para salvar la selva tropical no puede ser silenciosa. Debemos salir a la luz para contagiar nuestra pasión a todo el planeta. Queremos abrir las ventanas, sacar pancartas, usar megáfonos, invadir las redes. Queremos invitar a toda la humanidad a formar parte de este proyecto. Queremos ser la multinacional del medio ambiente y llegar a todas las pantallas del mundo con una forma práctica de poner un granito de arena en la conservación y expansión de la selva tropical. Queremos que personas de todos los rincones de la Tierra pulsen un botón, no para comprar una nueva prenda de ropa o un nuevo accesorio tecnológico, sino para plantar un barbudo, un nogal o un madroño. Que todos apadrinemos un jaguar y a todas las especies que se cobijan bajo su paraguas.

Aquí ya tenemos el corazón puesto en esta tarea, pero hay sitio para todos. Cuantos más seamos, más verde será nuestro futuro. 

Y si cuidamos el bosque, si protegemos los árbolestendremos en nuestro equipo a los verdaderos sembradores de este biomalos animales. Ellos son los propagadores de las semillas. Gracias a sus hábitos, el bosque crece y se regenera. Así, habremos conseguido hacer realidad la visión. Todas las especies unidas, trabajando en armonía, por un planeta cada día más verde; por una roca que viaja por el espacio, rebosante de abundancia; por un diminuto punto azul que es infinito al mismo tiempo.

Escrito por Fernando Lezama. Fernando es fundador de Savimbo e importante chamán de la zona del Putumayo.

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